jueves, diciembre 29, 2005

Chau chau 2005

En algunos lugares, el comienzo del año se festeja con la tradición de las 12 uvas: en el sitio que ocupa cada comensal se coloca previamente un pequeño frutero con 12 uvas y, de acuerdo con el ritual, se debe comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj. El significado de este ritual se relaciona con las aspiraciones y anhelos de cada participante y con el deseo expreso de que se conviertan en realidad.
Hace 4000 años los babilonios vieron en la repetición de las estaciones un motivo digno de celebrarse e instauraron un ciclo festivo que dejaría corta la fiesta más movida de nuestra época: eran 11 días de celebración, que comenzaban cuando la primavera describía sus primeros trazos entre los jardines colgantes de Babilonia.
Los egipcios también recibían con alegria las señales que preludiaban el nuevo año. Su rostro se tornaba festivo cuando llegaba el ansiado momento en que el río Nilo empezaba a crecer y el caudal se hacía propicio para la siembra. Entonces, la tierra era labrada con confianza en los tiempos venideros.
Desde siempre, el nuevo año ha significado el festejo de un triunfo inexistente, una victoria que se desea pero aún no ha ocurrido, un elogio a la esperanza que se renueva cada 365 días.
Lo cierto es que en cualquier rincon del mundo, cultura y hemisferio, el año nuevo tiene que significar esa nueva puerta que se abre, esa chance que la vida te ofrece para renovar las energias, emprender los proyectos postergados, redimir errores del pasado, etc.
Mi deseo es que todos puedan ver y aprovechar esta oportunidad y como dije repetidamente, por mas que suene asquerosamente trillado, rianse pero es verdad...
MUCHISIMAS FELICIDADES!!!!

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