Los “otros analfabetos”
La argentina y nuestra provincia, Santiago del Estero, están repletas de criaturas, adolescentes y adultos que observan un afiche, una pieza publicitaria, los carteles de las esquinas de las calles y no saben que es lo que estos dicen... Ese, es el analfabetismo más básico, el padre de muchas otras formas de analfabetismo, ignorancia, exclusión y discriminación, el analfabetismo del que no sabe leer y/o escribir.
En nuestra provincia, así como en gran parte del territorio nacional, este problema es acompañado por varios “amigos” que lo observan desde cerca, con sonrisa picara, burlándose del pueblo al que somete… entre ellos están la pobreza y la inoperancia de los gobiernos de turno. Estos analfabetos imposibilitan e imposibilitaron a gran parte de nuestros conciudadanos de su derecho a la cultura y educación. Son los que ocupan los sillones de la dirigencia, los que mandan, los que hacen promesas antes de cada elección, que provocan que generaciones de argentinos no hayan podido, no puedan ni podrán leer ni siquiera un chiste del diario o escribir una carta, entre otras muchas cosas.
Entonces, ¿cuándo este monstruo agazapado en los rincones, será de una vez por todas y para siempre, encerrado en jaulas de máxima seguridad?, lo cierto es que gobernantes, dirigentes y ciudadanos deben tomar cartas en el asunto, nadie esta exento de responsabilidad. La situación se agrava con los años, el sistema es parchado en sus lados más visibles, pero nunca con un plan de ataque que pretenda arrancar esta mala hierba de raíz. ¿Será que todos están empeñados e interesados en dirigir una gran masa de seres dóciles, rebaño de gente que se conforma con lo poco que le toca, con las sobras de lo que merecen?. Aquí en Santiago, fue la historia de una vida, un matrimonio que dominaba a la gente, con las amenazas de castigos y la falsa seguridad de cobrar del 1 al 10 de cada mes, conformándolos con eso, sin educarlos para que sean todos concientes de que merecemos mucho mas, de que los restos son para los perros en ultima instancia, no para gente que se tiene que conformar con lo que sobro del festín de los que gobiernan nuestro suelo.
“Las provincias con mayor nivel de ingreso ostentan los mejores indicadores de educación y salud; la Capital Federal esta lejos del resto y pertenece al primer mundo, mientras que provincias con menor nivel de ingreso tienen indicadores alarmantes. En general, las provincias del norte muestran los peores indicadores, entre esas está Santiago del Estero. En la Argentina las pruebas econométricas muestran que la relación entre ingreso per. cápita, salud y educación existen”. Analicemos un instante este ultimo párrafo, ¿que podemos esperar de una provincia como la nuestra donde niños trabajan en las calles, son explotados por sus propios padres y la sociedad en la que viven?. El panorama es alarmante como bien se dice, pero la realidad nos muestra y comprueba que no es imposible mejorar, requiere compromiso y trabajo, requiere que de una vez por todas quienes estén en posición de tratar estos temas lo hagan, sin poner excusas inútiles y con la conciencia de que es imperante un cambio en nuestra sociedad.
El costo de la pobreza es muy alto, el coeficiente de niños pobres es un 20 % inferior a los de clase media para arriba, sin embargo los pobres son capaces, es solo que entre comprar pan para el mate cocido de la cena y comprar cuadernos, las familias tienen sus prioridades bien claras, es solo que la educación publica esta en decadencia, que nada es gratis, que todo cuesta, y quienes no tienen ven a la educación como un privilegio al cual no pueden acceder, como un gasto innecesario.
“Solo con mejor educación se podrá construir un futuro distinto”, donde todos seamos protagonistas, suena trillado, ya se lo dijo millones de veces, entonces, ¿Por qué es tan difícil lograrlo?. Será cuestión de repetirlo hasta el cansancio, hasta que “los otros analfabetos”, con cuentas bancarias, miembros del gobierno, entiendan de una vez por todas que las sobras son para los perros, que la educación y la cultura es un bien que no se puede resignar.
La argentina y nuestra provincia, Santiago del Estero, están repletas de criaturas, adolescentes y adultos que observan un afiche, una pieza publicitaria, los carteles de las esquinas de las calles y no saben que es lo que estos dicen... Ese, es el analfabetismo más básico, el padre de muchas otras formas de analfabetismo, ignorancia, exclusión y discriminación, el analfabetismo del que no sabe leer y/o escribir.
En nuestra provincia, así como en gran parte del territorio nacional, este problema es acompañado por varios “amigos” que lo observan desde cerca, con sonrisa picara, burlándose del pueblo al que somete… entre ellos están la pobreza y la inoperancia de los gobiernos de turno. Estos analfabetos imposibilitan e imposibilitaron a gran parte de nuestros conciudadanos de su derecho a la cultura y educación. Son los que ocupan los sillones de la dirigencia, los que mandan, los que hacen promesas antes de cada elección, que provocan que generaciones de argentinos no hayan podido, no puedan ni podrán leer ni siquiera un chiste del diario o escribir una carta, entre otras muchas cosas.
Entonces, ¿cuándo este monstruo agazapado en los rincones, será de una vez por todas y para siempre, encerrado en jaulas de máxima seguridad?, lo cierto es que gobernantes, dirigentes y ciudadanos deben tomar cartas en el asunto, nadie esta exento de responsabilidad. La situación se agrava con los años, el sistema es parchado en sus lados más visibles, pero nunca con un plan de ataque que pretenda arrancar esta mala hierba de raíz. ¿Será que todos están empeñados e interesados en dirigir una gran masa de seres dóciles, rebaño de gente que se conforma con lo poco que le toca, con las sobras de lo que merecen?. Aquí en Santiago, fue la historia de una vida, un matrimonio que dominaba a la gente, con las amenazas de castigos y la falsa seguridad de cobrar del 1 al 10 de cada mes, conformándolos con eso, sin educarlos para que sean todos concientes de que merecemos mucho mas, de que los restos son para los perros en ultima instancia, no para gente que se tiene que conformar con lo que sobro del festín de los que gobiernan nuestro suelo.
“Las provincias con mayor nivel de ingreso ostentan los mejores indicadores de educación y salud; la Capital Federal esta lejos del resto y pertenece al primer mundo, mientras que provincias con menor nivel de ingreso tienen indicadores alarmantes. En general, las provincias del norte muestran los peores indicadores, entre esas está Santiago del Estero. En la Argentina las pruebas econométricas muestran que la relación entre ingreso per. cápita, salud y educación existen”. Analicemos un instante este ultimo párrafo, ¿que podemos esperar de una provincia como la nuestra donde niños trabajan en las calles, son explotados por sus propios padres y la sociedad en la que viven?. El panorama es alarmante como bien se dice, pero la realidad nos muestra y comprueba que no es imposible mejorar, requiere compromiso y trabajo, requiere que de una vez por todas quienes estén en posición de tratar estos temas lo hagan, sin poner excusas inútiles y con la conciencia de que es imperante un cambio en nuestra sociedad.
El costo de la pobreza es muy alto, el coeficiente de niños pobres es un 20 % inferior a los de clase media para arriba, sin embargo los pobres son capaces, es solo que entre comprar pan para el mate cocido de la cena y comprar cuadernos, las familias tienen sus prioridades bien claras, es solo que la educación publica esta en decadencia, que nada es gratis, que todo cuesta, y quienes no tienen ven a la educación como un privilegio al cual no pueden acceder, como un gasto innecesario.
“Solo con mejor educación se podrá construir un futuro distinto”, donde todos seamos protagonistas, suena trillado, ya se lo dijo millones de veces, entonces, ¿Por qué es tan difícil lograrlo?. Será cuestión de repetirlo hasta el cansancio, hasta que “los otros analfabetos”, con cuentas bancarias, miembros del gobierno, entiendan de una vez por todas que las sobras son para los perros, que la educación y la cultura es un bien que no se puede resignar.
Cuando escribi este proyecto de artículo, pensaba sólo en hechar la culpa a alguien.. el tema me fue asignado, pero siempre se puede elegir qué escribir.. hoy al leerlo, pienso que es muy fácil hechar culpas, hacernos los revolucionarios, decir que todo está mal, que nadie hace nada, que miran impávidos lo que pasa... acaso no nos damos cuenta que somos uno de los tantos que inmutados en nuestros sillones nos quejamos de las noticias del noticiero?. Por mi parte me parece que mucho ruido y pocas nueces, que mucho blabla pero sigo frente a la computadora escribiendo cosas que quizas nadie lea, que tal vez nedie entienda y a nadie le guste.. Me encanta esta forma de actuar pero no basta con eso...
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